Que no te empape el agua,
que no te mueva el aire,
que el viento no sacuda
las ganas de arroparte.
Que no se te haga eterna
la cuesta inexpugnable.
Que no degustes nunca
las lágrimas cobardes.
Que las palabras pasen
y su eco no te dañe,
sin nada que te afecte,
con todo que resbale.
Que siendo transparente
nadie podrá fallarte
y nunca apreciarás
la ira y el desaire.
Estanco a los sentidos,
permeable al devenir;
sin remontar caídas,
que un día te hagan grande.
Pervive chiquitito
y siempre siendo nadie;
protégete del mundo,
que el mundo no te engañe.
Y no querrás quererte
y no sabrás amarme,
pero mantente firme
y sigue siendo libre.
Cumpliendo tu condena,
que ahí siga la pena,
bandera de tu vida,
bastión de tu estandarte.
Da brillo a tu coraza,
cegando las miradas,
evitas que se acerquen
y puedan deslustrarla.
Que intensos
los destellos
les haga desistir
de osar a tal ultraje.
Mantenla bien pulida
y cíñela en desgana,
para que no te inviten
—tendiéndote una mano—,
y al fin puedas salvarte.
Persiste en tu apariencia,
insiste en tu firmeza,
viviendo sin sentirte,
sabiéndote de nadie.
Imagen: Juan Muro – @No_solo_dibujo
Saludos desde mi castillo con foso inexpugnable….
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja ja ja. Saludos, pero recuerda salir de tanto en tanto a coger aire y ver cómo fluye la vida fuera de tus cuatro almenas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
He lanzado el concurso para la construcción del puente levadizo..
Me gustaLe gusta a 1 persona